En el año 2002 me atreví a soñar que era posible diseñar viajes personalizados de forma
independiente para un viajero exigente y activo. Con mucha más energía que conocimiento, alquilé un local y me puse a trabajar duro.
Me prometí que la
calidad siempre iría por delante del precio y que no organizaría ningún viaje en el que yo mismo no estaría dispuesto a participar. Muchos de los primeros viajeros que nos visitaron en esa primera ubicación siguen hoy realizando viajes con Traveloteca, algunos han repetido hasta 10 veces…
Son ya más de 15 años: me divierte pensar en aquellas gigantescas corporaciones turísticas, de los que solo queda el polvo de las hemerotecas, mientras que nosotros seguimos orgullosos del producto que cada día ponemos a disposición del viajero.
A veces me pregunto qué es lo que encuentran en Traveloteca los viajeros que repiten año tras año su viaje con nosotros. Tiendo a pensar que lo que más valoran es la
honestidad. Nuestros viajes son propuestas con alma, quieren significar algo y dejar una huella en la memoria del viajero. Me gustaría que fuera una huella
imborrable, que le acompañe siempre y le ayude a ser mejor persona.
Viajar es una actividad formativa. Como la lectura de un buen libro, uno nunca es el mismo al regresar de un viaje, sobre todo si el viaje tiene alma y el viajero lo vive con ese espíritu auténtico, que lamentablemente cada vez es más difícil de sentir.
Tengo ya más de dos décadas dedicadas profesionalmente al mundo de los viajes, viajando siempre en una mezcla de obligación profesional y reto personal. Soy plenamente consciente de lo afortunado que soy por dedicarme a un trabajo que amo y que me regala creatividad y la ocasión de conocer a todo tipo de gente. Hoy sé que soy más completo y mejor persona, y sé también que mucho se lo debo a los viajes que he hecho y las experiencias que he vivido desde los 19 años.
Me acompaña un pequeño grupo de expertos que crecen cada día personal y profesionalmente conmigo. Todos ellos tienen la misma motivación y la pasión por el viaje que yo siento. Si nos das la oportunidad, te aseguro que el esfuerzo y la dedicación personal se convertirán en un viaje inolvidable.
Antonio Gómez Coronado