Eternamente ligada al arte y todo lo hermoso, Italia es una galería de arte al aire libre que muestra orgullosa un sinfín de tesoros: monasterios, palacios, catedrales, castillos… Según datos de la UNESCO, aquí se concentra más de la mitad del patrimonio histórico-artístico del mundo y cada pueblo ha sido testigo privilegiado de la historia.
No hay que perderse la sensación de recorrer Roma en una Vespa. O perderse por las calles de Venecia, saboreando un helado personalizado, y quedarse boquiabierto ante la belleza de la plaza San Marcos, la Basílica de santa María della Salute o el puente de Rialto. Y si tienes la suerte de poder viajar en febrero, poder admirar uno de los carnavales más hermosos del mundo, con sus elegantes máscaras decoradas de plumas o joyas que son sin duda las protagonistas indiscutibles del desfile. Para probar la auténtica pizza hay que llegar a Nápoles, de donde se dice que en el siglo XVII surgió este delicioso tesoro de la gastronomía. Aunque si le preguntas a un italiano, seguramente te confiese que la comida más sabrosa se cocina en Florencia. Milán es la capital de la moda, donde encontrar las más exclusivas firmas de moda. Joyas escondidas como el Lago Di Como, localizado a los pies de los Alpes, es una parada obligatoria. O Burano, una isla llena de encantadores puentes y casas coloridas.
Sin duda alguna, si algún país merece más de una visita, ese es definitivamente Italia.
Por lo que antes de dejar la ciudad eterna, no hay que olvidar acercarse a la Fontana de Trevi, cerrar los ojos y lanzar una moneda…